ALERTA, por esta razón somos menos inteligentes y más fáciles de persuadir
- Brainketing
- 17 ene 2022
- 5 Min. de lectura
Neurociencia del Comportamiento
"Los 'nativos digitales' son los primeros niños con un coeficiente intelectual más bajo que sus padres". Titula la BBC News.
Es la primera vez en la historia que los hijos son menos inteligentes que sus padres. ¿Qué está sucediendo con nuestro cerebro? y ¿cómo se relaciona con la llamada “orgía digital”?
Hay una hormona, el cortisol, es la hormona del estrés y se activa en los momentos de amenaza, si te llega una noticia negativa te sube el cortisol, esta hormona es clave en nuestra vida porque interactúa con todo el organismo asegurando nuestra sobrevivencia ante los riesgos que enfrentamos. Esta hormona no sólo se activa en los momentos reales de amenaza sino también cuando se imagina la amenaza. El sólo hecho de que imagines que algo malo te puede pasar te sube el cortisol. Es decir, el cerebro no distingue entre una amenaza real y una amenaza imaginaria, y esto es un problema, porque muchas de las cosas que nos preocupan nunca suceden, pero nuestro cuerpo y nuestra mente lo viven como si fuera real. Si piensas en situaciones de miedo tu cerebro intoxica de cortisol todo tu organismo, generándote cambios físicos y psicológicos, desde la caída del pelo, pasando por un dolor de espalda, hasta irritabilidad, fallos de memoria e insomnio. Vivimos en una sociedad intoxicada de cortisol.
Frente a esta intoxicación de cortisol las investigaciones han encontrado que el uso de dispositivos electrónicos como el teléfono móvil, las pantallas, nos alivia, nos hace sentir mejor, y esto es de atención, los dispositivos electrónicos generan gratificaciones inmediatas, yo quiero algo y lo obtengo inmediatamente, piensa en el like que te dan en una red social por la foto que subiste. Hay otra hormona que subyace esa gratificación inmediata en los dispositivos electrónicos y redes sociales, la hormona del placer, la dopamina, la hormona que está involucrada en las relaciones sexuales, en la comida rica, en los video juegos, en las cosas que nos hacen sentir placer, que nos hacen disfrutar. Sin embargo, y esto es de mucho cuidado, la dopamina también es la hormona de las adicciones, cada vez que recibes un like o una gratificación, tienes un shock de dopamina. Los dispositivos como los teléfonos móviles están diseñados para ser adictivos, para darnos shocks de dopamina, de hecho, hoy se trata con la misma medicina la adicción a las pantallas que la adicción a las drogas como la cocaína, van por los mismos circuitos cerebrales. Las pantallas nos han convertido en drogodependientes emocionales, en adictos.
Hay una zona del cerebro fundamental, la corteza prefrontal, es la zona anterior del cerebro y es el área que se encarga de la atención, de la concentración, de la resolución de problemas, del control de impulsos y de la toma de decisiones, es el centro neurálgico de la voluntad, la considerada área que nos hace humanos. Cuando nacemos la corteza prefrontal es profundamente inmadura, a medida que la persona crece, se va desarrollando, va madurando, la corteza prefrontal llega a su etapa de madurez entre los 15 y 25 años. En un bebé, la corteza prefrontal se activa de tres maneras, por medio de la luz, el sonido y el movimiento. A medida que se va creciendo es fundamental para un adecuado neurodesarrollo que la corteza prefrontal se estimule por otras vías diferentes, no sólo se active con la luz, con el sonido y el movimiento, la estimulación por otras vías es la responsable de que el cerebro sea capaz de expandir su capacidad, prestar atención, leer un libro, analizar y resolver problemas, tomar buenas decisiones. Piensa en un niño al que le entregan desde temprana edad una tablet o un teléfono inteligente, ¿qué es una tablet?, luz, sonidos y movimiento, lo cual limita y atrofia su neurodesarrollo, y el cerebro humano funciona con un mecanismo, o lo usas o lo pierdes. Estudios como los del neurocientífico Michel Desmurget han correlacionado el tiempo que se pasa ante una pantalla con el retraso de la maduración anatómica y funcional del cerebro. Más tiempo en pantalla menor inteligencia.
La corteza prefrontal en los jóvenes no está madurando de manera correcta y esto tiene consecuencias, has oído hablar del famoso TDH, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, falta de atención y falta de control de impulsos, esto significa falta de un adecuado desarrollo de la corteza prefrontal. Y ¿qué pasa en el adulto?, hay evidencia sobre cuanto mas utilizamos las herramientas externas, mas se atrofian las herramientas internas en nuestro cerebro, Wikipedia, Waze y demás nos han atrofiado el hipocampo, el centro de la memoria y gran responsable del aprendizaje. A quien le ha pasado que en reuniones virtuales su cerebro le pide que revise el teléfono, no puede seguir el hilo de la reunión, por aburrimiento, por estrés.
Ahora piensa, si nosotros que somos adultos, que nos educaron sin pantalla en nuestra corteza prefrontal ya nos damos cuenta de que constantemente no podemos vivir sin el teléfono, pese al daño que nos hace, imagínense en niños que tienen su corteza prefrontal en plena fase de maduración. Hoy no somos capaces de leer y agravando el problema, los contenidos y los formatos se han adaptado a eso, a la corteza prefrontal no madurada. Es sorpréndete como un maravilloso libro, De animales A Dioses del profesor Noah Harari, claramente para adultos, lo hayan pasado de texto a gráficas y caricaturas descriptivas para acomodarse a esa corteza prefrontal no madurada. Si has leído hasta aquí te felicito has hecho un muy buen ejercicio para tu corteza prefrontal.
Necesitamos potenciar la corteza prefrontal del ser humano del siglo XXI. Aclarar, si soy yo el que domino el dispositivo, o el dispositivo me domina a mí. Si cuando tienes estrés, intoxicación de cortisol, coges el teléfono, significa que nos has podido aprender mecanismos para gestionar la ansiedad, y el que no sabe gestionar sus emociones en el siglo XXI lo pasa muy mal, y si lo llevamos a los niños y jóvenes, el que no sabe gestionar estos problemas, acaba con problemas de tolerancia a la frustración, es importante que comprendas que darle a un niño un teléfono es como ponerle un minibar en su habitación, cada vez que se encuentre mal puede tomarse un trago, porque el cerebro se siente aliviado ante esa carga de estrés. Para ti es igual.
Necesitamos potencializar, la corteza prefrontal de la sociedad, potencializar la corteza prefrontal posponiendo la recompensa inmediata. Retomar la conexión humana. Volver a conectar con la vida real. Necesitamos estimular otra hormona, la oxitocina, la hormona de los vínculos sociales, del amor, de la empatía, de los abrazos, de ver a las personas a los ojos y a escucharla. Si estimulamos la oxitocina bajamos el cortisol, disminuimos nuestra dependencia a la tecnología y nos hacemos más inteligentes. En esta sociedad donde hay mucha intoxicación de cortisol, en donde hay mucho miedo, adicción a los dispositivos y las redes, debemos incrementar el relacionamiento humano, potencializar la oxitocina en nuestros cerebros.
Si quieres aportar a una mejor sociedad, comienza por reflexionar. Necesitamos niños con criterio, necesitamos niños que sean capaces de saber discernir entre el bien y el mal, de buscar la información, niños que sean capaces de profundizar. No pongamos en peligro el futuro y desarrollo de nuestros niños. Sal y saca a tus hijos de la “orgía digital”, de la fabrica de “cretinos digitales y promueve las actividades de conexión social, ayuda a que su corteza prefrontal madure y estén preparados para afrontar los retos del siglo XXI.
Diego Andrés Aguas González
Magíster en Neurociencia Social, Magíster en Ciencia de Datos, MBA.
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